4 d’abr. 2012

Itinerari del viatge


4 d'abril: 
Aeroport Marrakech-Ouarzazate
Arribada a les 4,15 de la tarda
Lloguer de camioneta a l'aeroport 

Nit a Ouarzazate

5 d'abril: 
Ouzarzazate-Zagora
Visita de les kasbas i llocs d'interès 
Nit a Zagora


6 d'abril: 
Zagora-Marrakech
Visita llocs d'interès 
Aït Benhaddou
Nit a Marrakech

7 i 8 d'abril: 
Marrakech

Nit a Marrakech

9 d'abril: 
Sortida cap a Girona a les 10 del matí








El viatge




Marroc, univers de colors


La ruta de les kasbahs


Las Kasbahs son majestuosas fortificaciones de color arena y ciudadelas abandonadas a su suerte, como esperando ser cubiertas por las arenas del tiempo, guardando las cicatrices de las eras y quizá el retorno de los guerreros. Mientras acogen con agrado a los visitantes que las admiran, el silencio abraza su magnificencia. Este camino generalmente se inicia en la ciudad de Ouarzazate, en el mismo cruce de los caminos que llevan a los valles del Draa, del Dadés y del Ziz, con la vista de las dos primeras kasbahs, la de Taourirt y la de Ait Benhaddou. La Kasbah de Taourit, antigua residencia señorial del jefe de la tribu Glaua, enaltece sus torres y sus almenas de entre una multitud compacta de viviendas. La más famosa de estas fortificaciones, la Kasbah de Ait Benhaddou, emplazada a unos treinta kilómetros de la ciudad, es un castillo de arena ribeteado por almendros en flor, reconocido por su extraordinaria belleza incluso por la UNESCO, que la ubicado dentro de las construcciones que son patrimonio de la humanidad. Camino a la kasbah, el puesto de montaña del Tizi-n-Tichka es el mayor obstáculo que hay que superar cuando se toma la carretera desde Marrakech a Ouarzazate. Por sus yermas laderas surgen pueblos del mismo color que la tierra, donde los pastores beréberes aprovechan los rincones frescos para mantener algunos cultivos a la sombra de nogales y almendros. En esta región el terreno es árido y el clima y el pastoreo excesivo no dejan lugar para los bosques de cedros que abundan en las laderas del Medio Atlas, más al norte. Una vez pasado el Tizi-n-Tichka, un desvío nos lleva al abandonado ksar de Telouét. Levantado en medio de un áspero valle de montaña, la austeridad de sus muros de adobe contrasta con el lujo decorativo de carácter andalusí de las estancias principales. El lugar se favoreció siempre de su posición trascendental cercana al paso de montaña y sus propietarios, el clan Glaui, de su relación privilegiada con el invasor francés durante el siglo XX. Tras la independencia, esta fortaleza, como era de esperar, cayó en el abandono. Es bueno saber que tanto la carretera principal como la huella que desciende de Telouét conducen a Ait-Benhaddou, el más popular de todos los grandes recintos amurallados del sur de Marruecos.

Las místicas edificaciones
La kasbah es un complejo de edificaciones unifamiliares independientes congregadas entre sí para su mejor defensa y protección. En el pasado llegaron a constituirse auténticos pueblos fortificados. Las kasbahs como Ait-Benhaddou fueron grandes pueblos amurallados, diseñados para defender la cosecha y los palmerales que crecen junto al curso macilento de los cauces. Esta hermosa y soberbia kasbah fue construida en adobe con torres almenadas y adornos de ladrillo crudo. Estos pueblos albergaban importantes comunidades agrarias, mercantilistas y guerreras, con una visión particularmente purista del Islam. De economía fundamentalmente agrícola, la sociedad era conservadora y practicaba el cultivo en terraza en numerosos valles de los ríos que desaguan hacia el sur de la cordillera.

Ait Benhaddou
El complejo de barro y piedras está rodeado por una muralla con monumentales puertas, y dentro de ella hay varias estancias y edificios muy antiguos y bellamente decorados y restaurados por las diferentes visitas de los directores de cine que tomaron este sitio como escenario para sus obras, la última que tuvo repercusión fue “Gladiator” con su pequeño circo romano alrededor. La historia cuenta que Ait Benhaddou se hizo fuerte y poderosa en el período de las caravanas comerciales que llegaban desde el sur de África y necesariamente debían cruzar el Monte Atlas y con ello llegar hasta la fortaleza. De lejos la fortaleza parece abandonada y sin cuidado, pero también hay momentos en los que esta región se transforma en un hormiguero de gente preparando escenas para películas. Esto siempre es bienvenido por los habitantes del poblado, ya que el cine también trae trabajo para ellos como extras. Las familias de la zona nunca han vivido fuera de esta kasbah pero todos saben perfectamente qué es un director de casting y cómo conseguir un papel de extras.Durante los calurosos días la gente del lugar casi no se ve en la calle, y parecen perderse entre las sombras de las laberínticas callejas y pasadizos subterráneos. Sin embargo, en el actual pueblo por el que pasa la carretera –muy cercano a la Kasbah-, hay unas tiendas preparadas para los turistas con ofertas de fósiles y minerales, desde cristales perfectos con mezclas de minerales distintos hasta una cantidad increíble de fósiles –que deberían cuidarse como joyas arqueológicas, pero el estado no cuenta con el presupuesto necesario, y parece que nadie aún ha tomado cartas en el asunto. En el pueblo también podrás encontrar artesanías de todo tipo: vasijas de barro, herramientas de hierro, cintos de cuero, lana, vidrio artesanal y unos cuantos pequeños tesoros más, que deberás encontrar estando allí.Aunque el paisaje es árido y rocoso, el agua no falta. La tierra es de de poca vegetación, aunque abunda la palmera datilera, la higuera, el naranjo y limonero, entre otros árboles frutales como el almendro o el manzano. En una visión amplia del paisaje podemos ver diferentes tonalidades de rojo, según la hora del día, con sus numerosas torres fortificadas que parecen adosadas a la montaña. Si se puede, es muy aconsejable hacer una visita al torreón de la antigua kasbah, donde encontrarás maravillosas vistas panorámicas de la región con el Alto Atlas como telón de fondo. Un espectáculo único e imperdible, que te llenará de la esencia atemporal de esta tierra indómita y del modo de vida arcaico y tenaz de su gente.

Los moradores del desierto
El pueblo Bereber es una nación orgullosa que, del mismo modo que supo emplear su posición estratégica para beneficiarse del comercio, la utilizó también para practicar el asalto o cobrar el impuesto de paso. Divididos en tribus, su historia es también la de las disputas entre clanes. De ello dan cuenta los cientos de fortalezas que señalan el curso de los ríos estacionales. Construidas con barro, las cuadradas kasbahs con torres almenadas protegen cada pedazo de terreno fértil. Encajonados entre los altos picos del Atlas y la inmensidad del Sahara, los beréberes de los áridos valles presaharianos han desarrollado desde hace milenios una destreza especial para el comercio, las artesanías y la agricultura. Y han sabido sacar partido a los torrentes que bajan hacia el sur desde las nieves del Atlas. El verdor de los plantíos, cultivados con palmeras, olivos, frutales y hortalizas hasta el último metro, contrasta con la sequedad circundante, donde el desnudo terreno muestra el perfil de un antiguo fondo marino plagado de fósiles y la proximidad del desierto es siempre un aviso de peligro.Lamentablemente en la actualidad muchas de estas fortalezas color desierto empiezan a arruinarse mientras crecen los edificios de arquitectura occidental y las muestras del desarrollo económico, que en realidad no lo son tanto para esta cultura.La artesanía, en forma de alfombras, cueros, cerámica, orfebrería y joyas asalta ahora al turista desde cualquier lugar de los poblados de esta región. La música y la tradición oral son el único patrimonio de una tierra en la que la antigua población bereber se ha mezclado con los árabes y negros subsaharianos que fueron llegando con las circunstancias de la Historia. Felizmente la hospitalidad es virtud y tradición bereber, y un té verde y una larga conversación esperan a quien se deje llevar por un tiempo que en esta región corre más lento. Eso sí, siempre intentarán venderte algo, pero no puede ser de otro modo, ya que ese es su modo de supervivencia desde hace siglos.




Una altra opció





Almoravid Koubba Marrakech

 1º DÍA: MARRAKECH - AIT BENHADOU - OUARZAZATE - VALLE DEL DRAA - ZAGORA - DUNAS

DIS. 360KM | DURACIÓN: 7 HORAS
Iremos en direccion al sur atravesando el Alto Atlas por el puerto de Tizi No Tichka hasta llegar al pueblo de fortificado de Ait Benhaddou pueblo con sus bonitos kasbahs. Este pueblo que ha servido de decorado natural para numerosos productores de películas desde el 1960. Subiremos hasta la cumbre de la colina que domina todo el pueblo para hacer fotos al pueblo. Luego, nos dirigiremos hacia Ouarzazate para almorzar cerca de la famosa Kasbah de Taourirt que presenta el interés histórico y cultural de Ouarzazate. Después del almuerzo, seguiremos hacia el sur atravesando una parte del Anti atlas por el puerto de Tizi N' Tnifift ( 1710m) y pueblo de Ait Saoun, el antiguo camino de las caravanas para los comerciantes procedentes del Sáhara " Tombouktou ", y llegaremeos al primer centro administrativo llamado " Pueblo de Agdez " que marca la fuente del valle de Draa, con sus 6 palmerales que Que marca la fuente del valle de Draa, con sus 6 palmerales sucesivos (Palmaral de Mezguita, Fezouata) y sus Kasbahs que forman la famosa Kasbah de Tamnougalt. continuaremos pasando por paisajes lunares y los itinerarios de presáhara hasta llegar a Zagora, que es una ciudad pequeña, la región natal de la dinastía Saadienne (tumbas Saadies en Marrakech) que gobernaron Marruecos en el siglo XVII. En Zagora, haremos una excursion en dromedario y ver el atardecer antes de llagar al vivac donde pasaremos la noche bajo tiendas.
ait benhaddou day trip
camel ride trek zagora



pottery-handicraft-tamgrout-zagora-morocco

  2° DÍA : DUNAS ZAGORA - AGDEZ - OUARZAZATE - TICHKA - MARRAKECH

DIS. 360KM | DURACIÓN: 7 HORAS
Nos levantaremos temprano por la mañana para ver el bonito amanecer en las dunas, en seguida tendremos un desayuno típico en el vivac de Zagora. Luego volveremos otra vez en dromedario para encontrarnos con el chófer. Visita opcional de Tamgroute situado a 18 km en el Sur de Zagora, un pequeño pueblo donde la mayoría de los habitantes son artesanos de alfarería, Tamgroute es famosa también por su antigua escuela coránica y su biblioteca de colección de libros muy viejos. A 5 km más lejos, se encuentran otras dunas de arena nombradas Tinfou. Regresaremos a Marrakech pasándo por Ouarzazate donde tendremos tiempo libre para el almorzar en un restaurante local. Por la tarde, continuaremos por la cadena del Atlas hasta llegar a Marrakech. Fin de su circuito de 2 días / 1 noche de Marrakech a Zagora.
draa valley desert tour zagora
marrakech medina ramparts and walls

  INFORMACIÓN SOBRE EL CIRCUITO MARRAKECH A ZAGORA:

• Los puntos y sitios de interés en éste circuito:Pueblo de Ait Benhaddou , estudios cinematográficos , Ouarzazate, Kasbah de Tamnougalt , Zagora, dunas de Zagora, excursion en dromdario, noche en vivac, valle del Draa.

24 hores a… Marrakech


Marrakech, palacios y jardines

VIDEO - CANAL VIAJAR - 14-08-2009

Conoce a fondo los conocidos 'riads' que se ocultan detrás de los muros de sus palacios y representan los paraísos terrenales. Un recorrido por estos edificios que constituyen uno de los grandes atractivos de la ciudad marroquí - CANAL VIAJAR


08.00 Un sueño de nenúfares

La visita debe empezar temprano, porque el calor aprieta y a mediodía hay que buscar refugio. LosJardines Majorelle (1) (Avenue Yacoub El Mansour. 0021 25 24 31 30 47; www.jardinmajorelle.com. De 8.00 a 18.00. Entrada 3 euros), creados en 1924, son un lugar ideal. El pintor francés Jacques Majorelle, amigo personal del diseñador Yves Saint Laurent, construyó este jardín botánico que, aunque es pequeño, cuida hasta el último detalle. Destacan los nenúfares de los estanques y el bosque de bambú, como también los tonos azules del edificio. Desde 1947 los jardines, que albergan un Museo de Arte Islámico (entrada, 1,5 euros), se abrieron al público, y a partir de 1980 fueron propiedad del príncipe de la moda, Yves Saint Laurent, del que, tras su muerte el año pasado, hay un monumento in memóriam.

10.00 Sugerente perspectiva

De los jardines podemos volver a la medina en taxi, ya que resultan económicos siempre que lleven taxímetro, de lo contrario hay que negociar previamente el precio. El taxi no podrá llegar a la misma puerta de la Madraza Ben Youssef (2) (Place Ben Youssef), pero podrá acercarnos hasta la calle Riad Laarous. Aunque en Marraquech el nombre de las calles no es de mucha utilidad, la mayoría de nativos lo desconocen. Este edificio fue una de las escuelas coránicas más importante de Marruecos donde llegaron a estudiar 900 jóvenes. Su construcción finalizó en 1565. Tiene 130 celdas, algunas de ellas con ventanas al patio interior que permiten comprobar el dominio de la geografía y de la perspectiva que alcanzaron los musulmanes.

11.30 La esencia del cuscús

La Madraza Ben Youssef está en el inicio del laberinto de callejuelas del zoco en las que se respiran mil aromas y se oyen decenas de sonidos diferentes. Es un hervidero continuo de gente cuyo denominador común es la pasión por el regateo para obtener lo que uno quiere al mejor precio. Montañas aromáticas y de coloridas especias como el ras el hanout (condimento para el cuscús) aparecen en cada esquina, la Société Kamarus (3) (118, frente a la Fontaine Mouassine; 0021 25 24 42 74 71) es una de las farmacias naturales donde venden jabones, cremas, hierbas y especias. La imagen de la librería Fnaque Berbere (4) (cerca de la Rue Mouassine), fundada en 1941, se ha hecho muy popular ya que algunos opinan que es el germen de la cadena francesa. En ella se pueden encontrar libros sobre el país. Dentro del caos, en el zoco impera un cierto orden: los puestos de aceitunas juntos, como los de pasteles o los de frutos secos. Incluso hay calles donde están juntos los gremios de ferreteros, tintoreros, cesteros o alfombreros.

13.00 El refresco: un té con menta

El sol aprieta y lo mejor es refugiarse en un restaurante para comer. Si uno busca una cerveza fresquita se equivocó de ciudad, en Marraquech sólo los hoteles turísticos o algunos restaurantes tienen cerveza, en el resto sólo hay refrescos, té con menta y agua, nada de alcohol. Para comer tenemos dos opciones, una es ir al restaurante Chez Chegrouni- E (Plaza Jemaa el Fna), bastante popular y económico (alrededor de 6 euros por persona), o coger un taxi para ir fuera de la medina. En ese caso, es recomendable el restaurante Al-Fassia - F (55, Boulevard Zerktouni; 0021 25 24 43 40 60) que ofrece un amplio menú de platos típicos (tajines, cuscús o brochetas) a un precio más parecido al europeo (entre 25-30 euros).

16.00 Masaje con jabón negro

Tras la comida el plan es relajarse en un mar de sensaciones refrescantes. La cita puede ser en cualquiera de los numerosos hammam en los que se ofrecen masajes y baños. Si estamos en la medina, podemos ir al Hammam Ziani (7) (14, Rue Riad Zitoune Jdid; 0021 26 62 71 55 71) en el que por unos 30 euros te dan tres masajes (exfoliante con jabón negro, relajante con aceite de algas y nutritivo con arcilla caliente). Si estamos fuera de la medina, podemos ir al modernoHammam Hilton (230, Route de Targa). Los más lujosos y turísticos, en los que hay que reservar cita, son Les bains de Marrakech (8) (2, Derb Sedra, Bab Agnaou, Kasbah;www.lesbainsdemarrakech.com)

19.00 La mezquita de los libreros

Con las últimas luces del día, es el momento de acercarse a la plaza de la Mezquita Koutoubia(9), la más importante de Marraquech, que se empezó a construir en 1141 y cuyas obras finalizaron en 1158, de orden del califa almohade Abd al Mu-min. La mezquita, a la que si no eres musulmán no puedes acceder, destaca por su minarete, 69 metros, que recuerda a la Giralda de Sevilla, e impresiona por su color de piedra arenisca. Su nombre significa mezquita de los libreros, ya que en sus aledaños se instalaban puestos de venta de libros. Está cerca de la Plaza Jemaa el Fna - J, auténtico corazón de la ciudad, declarada por la Unesco en 2001 patrimonio mundial y donde se puede disfrutar de un zumo de naranja natural por 3 dirhams (treinta céntimos de euro). Plaza de día, mercado de noche. Cada tarde, como si fueran hormigas, un ejército de personas arrastra carros y empieza a montar los puestos de comida y de venta ambulante en la explanada. Cuando cae el sol, empieza el espectáculo: cuentacuentos, sanadores, acróbatas, encantadores de serpientes, sacamuelas y músicos se reúnen en este circo improvisado en el que el espectador siempre descubre algo nuevo, desde dentaduras postizas hasta una foto con un mono en la cabeza. El olor a fritanga, las especias y los aromas de sándalo se mezcla con la música y la nube de humo y polvo del desierto.

21.00 Piscina y ritmos electrónicos

Para cenar nada mejor que cualquiera de los restaurantes de la misma plaza Jemaa el Fna. Un poco más al sur, frente al palacio real (Palais El Badi), está el restaurante El Badia (11). Desde su terraza, con vistas a las murallas del palacio, se disfruta del bullicio y de los nidos de cigüeñas que coronan las murallas. Un poco más tarde lo mejor es regresar al riad (palacetes rehabilitados como hotel) para descansar y tomar una copa tranquila en sus frescos patios interiores. El Riad Aya (12) (Derb Toudgha, 41; 00212 524 38 71 23; www.riadaya.com), muy conocido entre los habitantes, ofrece habitaciones de lujo con amplios baños y una pequeña piscina en la terraza. Otros riads cercanos al zoco son el Jnane Mogador - M (116, Riad Zitoun Kedim,www.jnanemogador.com) y otro más económico, con habitaciones hasta para cuatro personas, elRiad Moulay Said Si Hammou (14) (60, Riad Zitoun Kedim, www.riad-mysaid.com). Si todavía queda energía y ganas se puede ir a bailar a Pachá (15) (Boulevard Mohamed VI;www.pachamarrakech.com), en la zona residencial L'Aguedal, con tres ambientes diferentes: música electrónica, sala chill out y piscina con bar.

Els millors hotels de Marrakech


Quizá la noticia más importante relativa a hoteles en 2009 fuera la muy esperada reapertura de La Mamounia, el fabuloso gran hotel al que Winston Churchill denominó "el lugar más delicioso del mundo". En noviembre, La Mamounia concluyó una reforma de tres años que ha costado 100 millones de euros y ha sido realizada por el diseñador francés Jacques García (famoso por la decoración de estilo barroco del Hotel Costes de París). García ha transformado los afamados interiores art déco de La Mamounia en una fantasía andaluza con paredes de ricos azulejos y arcos de herradura cubiertos con una elaborada decoración de estuco en todas las habitaciones. El tono granate fuerte, junto con una luz suavemente tamizada, potencia el glamour del lugar. Ahora hay cuatro restaurantes, entre ellos Le Français, dirigido por Jean-Pierre Vigato, galardonado con estrellas Michelin. Durante la renovación hubo un equipo de jardineros encargado de que el famoso jardín del hotel se conservara tan maravilloso como siempre.
El ritmo al que los emigrantes afincados en la ciudad y los extranjeros han estado comprandoriads -casonas históricas de altos muros construidas alrededor de patios interiores en la medina- para convertirlas en hoteles con encanto ha sido prodigioso. Si hace 10 años querías un alojamiento elegante en la medina, tus posibilidades de elección se limitaban a un puñado de sitios. En la actualidad, "el estilo riad" es una seña de identidad del mercado hotelero de Marraquech. La Mamounia ha incorporado tres apartamentos de dicho estilo, con piscinas y mayordomos privados, en una esquina recoleta del jardín.
Para degustar lo más auténtico en la medina hay que alojarse en el elegante Riad Noire d'Ivoire, donde los niños son bien recibidos, o bien probar el Riad El Fenn, más grande todavía, con 22 habitaciones, propiedad de Vanessa Branson, hermana de Richard Branson (dueño del grupo Virgin), que atrae una clientela de famosos. El estilo es limpio, minimalismo blanco (con precios a juego) en el Riad Ariha, situado en una zona tranquila y residencial de la medina.

Alcazaba en el campo

El histórico hotel La Maison Arabe, primero en su género, ha añadido una nueva ala y ahora cuenta con 26 originales habitaciones, la mayoría de ellas con balcones, y también hay una nueva piscina, probablemente la más grande de la medina. Ahora el hotel tiene también una alcazaba privada o club de campo con piscina y restaurante a tan sólo 15 minutos en coche a las afueras de la ciudad, donde los clientes pueden pasar el día o la tarde relajándose al sol (servicio gratuito de coche). En la ciudad, las clases de cocina de La Maison animan a uno a intentar reproducir su famoso tajín de cordero con ciruelas pasas y orejones de naranja cuando regrese a casa.
La Mamounia debería disfrutar mientras pueda de la actual atención que le conceden los medios de comunicación. En breve se inaugurará el nuevo Royal Mansour, propiedad del rey Mohamed IV, que promete poner muy alto el listón en cuanto a lujo se refiere en Marraquech. Construido para parecerse a una medina en miniatura, es una pequeña ciudad en sí misma con suites estiloriad individuales y gran variedad de restaurantes.
Pronto se inaugurará también el nuevo Mandarin Oriental en el Palmeral, que parece un palacio mogol trasplantado de Rajastán si no fuera por las hileras de riads que hay alrededor.
La locura por los alojamientos de aire marroquí se está extendiendo mucho más allá de la medina, y hasta ha saltado los imponentes muros de la ciudad para llegar al campo. A una hora de distancia de Marraquech, al pie de las colinas de la cordillera del Atlas, se encuentra Kasbah Tamadot, propiedad de Richard Branson, que se anuncia como un retiro ecológico repleto de arte y antigüedades indias y marroquíes.
Se puede saborear una experiencia más rústica justo a 30 kilómetros de la ciudad en La Pause, que dispone de casa de huéspedes, así como de alojamientos menos permanentes (tiendas individuales y refugios de adobe al abrigo de las laderas que producen una sensación real de evasión, a pesar de ser un lugar sin electricidad en el que las habitaciones se iluminan exclusivamente con velas y faroles por la noche). Nada mejor para hacernos apreciar las vistas de las colinas que las rodean cuando amanece.



Marroc i la seva música


Portal sobre la llengua àrab


http://www.arabismo.com/ : Aquest web pretén esdevenir un punt de trobada i informació per a totes aquelles persones interessades en l’estudi de la llengua i cultura àrabs. En espanyol.

http://lexicorient.com/e.o/index.htm
Enciclopèdia online en anglès amb més de 600 articles, referents a la islamologia i l’Antic Orient. Es tracta d’un web elaborat amb bon gust i de fàcil ús. Ofereix també un curs d’àrab online.

http://www.menara.ma/
Portal marroquí de Maroc Telecom. Motor de cerca de pàgines web marroquines, pàgines grogues i pàgines blanques i molts més serveis per obtenir informació sobre aquest país. En francès .

http://www.webislam.com/Bookmark_mun1.html
Pàgina de recursos sobre cultura y llengua àrab. En espanyol.

http://www.edu365.com/agora/dic/catala_arab/:
Diccionari infantil il·lustrat català-àrab. El portal educatiu, edu365.com, patrocinat pel Departament d'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya i la Xarxa Telemàtica Educativa de Catalunya, edita “on line" un diccionari multimèdia àrab-català per a nens. Consta de centenars de vocables agrupats per temes. Les paraules poden escoltar-se en els dos idiomes i apareixen il·lustrades amb imatges.

http://www.jccm.es/educacion/atenc_div/diccionario_arabe/
Diccionari bàsic castellà àrab. Vocabulari temàtic (la casa, la cuina, la família, l’escola, la botiga, etc.) editat per la Consejería de Educación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha i presentat en una sèrie de fitxes il·lustrades disponibles en format PDF.

Alí Bey, un català convertit a l'islam


Alí Bey (Domingo Badía)
Alí Bey (Domingo Badía)
Para los tangerinos el nombre de Alí Bey está relativamente relacionado con un barrio ubicado en la prefectura de Tánger Beni Makada que lleva el mismo nombre y donde muchos recuerdan su estatua que supuestamente fue robada o trasladada a otro sitio.
Alí Bey, o mejor dicho Domingo Badía, fue un catalán que pudo esconderse durante muchos años en la piel de un musulmán viajando a través de varios países, entre ellos Marruecos.
La verdadera identidad de este viajero espía, así como el auténtico objetivo de su viaje a Marruecos se pudo revelar gracias a sus propios manuscritos, preservados en la biblioteca de Cataluña. Su biografía fue objeto de varios estudios, entre ellos la investigación de Patricia Almárcegui, profesora de la Universidad de Cataluña y autora del libro Alí Bey y los viajeros europeos a Oriente’.
Domingo Badía nació en Barcelona en el año 1767 y desde muy joven “se manifestó como un pobre ilustrado”, explicó la profesora Patricia Almárcegui en una conferencia celebrada en Tánger. La profesora cuenta que Domingo Badía en su juventud vendió todas sus pertenencias para fabricar y hacer volar un globo aerostático, un experimento que duró cinco meses y que fracasó tras la denuncia de su propio padre, quien temió por su vida.
La vida de este aventurero catalán cambió radicalmente cuando creó un proyecto que denominó Viaje a África’ y que presentó a Manuel Godoy, entonces ministro del rey Carlos IV y así consiguió la autorización y la financiación del viaje por la corona española, pero con la condición de cambiar el objeto del viaje científico a una conquista del imperio de Marruecos.
Antes de emprender el viaje a Tánger, Domingo se sometió a una operación de circuncisión, se dejó crecer la barba, se disfrazó y envió una carta al cónsul de España en Tánger, Antonio Rodríguez Salmón aclarando textualmente y tal como figura en sus manuscritos la estrategía de su conquista.
“Para esas gentes yo seré un siríaco musulmán, educado en Europa desde muy niño, habiendo pasado mi tiempo en el estudio de las ciencias en Italia, Francia, España e Inglaterra, y retirándome ahora a los países de mi religión. La nobleza de mi familia y mi aplicación a las ciencias, me han adquirido amigos en todas partes… casi he olvidado el idioma patrio, pero conservo las oraciones del Corán aprendidas de niño y siempre practicadas, y poseo las lenguas europeas. Tal es el romance que deberemos vender para lograr el gran objetivo de mi misión y nadie podrá identificar cosa contraria, pues desde Londres tomé el traje musulmán y en Cádiz nadie me conoce sino como tal”.
Alí Bey llegó a Tánger el 29 de julio de 1803, fecha del comienzo de su primer viaje que durará 6 años. Su estancia en la Ciudad del Estrecho le causó varias impresiones, por eso le dedicó tres capítulos de su libro, posteriormente publicado.
Como todos los viajeros de su época, Alí describe la cuidad como un cientifíco: “El terreno, que forma la base de la costa de Tánger, se compone de diferentes capas de granito secundario de textura compacta granulosa fina. Dichas capas, inclinadas hacia el oriente, forman con él un ángulo de 50 a 70 grados; su espesor es ordinariamente de pie y medio a dos pies; su dirección en sentido este-oeste y su inclinación para formar el ángulo es del lado del norte”.
Asimismo, el espía consiguió mantener privilegiadas relaciones con el Sultán Muley Soulaiman que le regaló una casa en Mogador (actual Essaouira) y Marrakech, un trato que levantó las sospechas del rey español Carlos IV y ordenó el fin de su viaje y su regreso a España.
Patricia Almárcegui anota en su libro que “parece que cuando Carlos IV se enteró del trato de preferencia-cortesía incluso amistad y regalo de propiedades, no quiso abusar de la confianza del marroquí y decidió detener el proyecto… Sin embargo, casi con toda seguridad la razón que obligó a frenar el proyecto fue la certeza de que el plan de Godoy había ido demasiado lejos y cuestionaba el equilibrio político europeo”.
Pero el retorno de Alí Bey no se lleva a cabo porque "Manuel Godoy decide que la operación no tiene que terminar y pasa a ser ultra secreta, es decir no dicen nada a Carlos IV. Alí Bey y Manuel Godoy siguen su proyecto de conquista, un proyecto que da muchas vueltas, en cierta manera débil, y quizá torpe en algunos momentos, pero se intenta concretar intentando hablar y reunirse con determinadas tribus precisamente rifeñas que eran rebeldes contra el imperio” explica la profesora.
Durante su instancia en Marruecos, Alí Bey pudo transmitir a Godoy todas las informaciones sobre el país y los futuros herederos del trono, así como las diferentes tribus rebeldes que según él estarían dispuestas a colaborar con su plan de conquista.
La estancia de Alí en Marruecos se termina cuando comenzó a levantar las sospechas del sultán quien le ‘invitó’ a abandonar el país, y le embarcó fuera del Estado.
Los manuscritos de Badía confirman que durante su estancia en Marruecos tuvo un hijo (Otman), fruto de un matrimonio en la ciudad de Fez, lugar donde la madre y el niño vivieron bajo la protección de un amigo suyo llamado Idriss Rami.
Tras su expulsión, Alí Bey no quiso parar su viaje y decidió viajar a La Meca, donde pudo realizar los primeros grabados y dibujos legando a Occidente la primera descripción detallada del lugar santo de los musulmanes.
Hay que anotar que la vida de Ali Bey está repleta de misterios. El autor español López Bargados resaltó las singularidades de Badía dentro de los libros de viajes y avanzaba la hipótesis de una posible enfermedad psíquica y una supuesta conversión al Islam. “Las reflexiones que propone sobre su religión de acogida, el Islam, están impregnadas a menudo de una lucidez y una vocación de síntesis que resulta difícil de hallar en el resto de viajeros”, sostiene López Bargados.
Por otra parte, el autor Salvador Barberá, como experto en Alí Bey llegó a describirle como un esquizofrénico asegurando que su proyecto de conquista no deja de ser una mera fantasía.
La verdadera identidad de Ali Bey se mantuvo en secreto hasta 1814, cuando se publicó la primera edición de su viaje en francés, y hasta 1836 se editó la traducción de su obra al español.
Domingo Badía murió en Damasco cuando estaba iniciando su nueva misión y adoptó una tercera personalidad, pasando a llamarse Hajji Ali Abu Utman, que significa, el peregrino Alí. Sobre su muerte quedan más conjeturas que certidumbres.